Dios sana y tú también puedes curarte. Dios sana cuerpos rotos, mentes rotas, corazones rotos, vidas rotas y almas rotas. Su sola presencia tiene inmensos poderes curativos.
No puedes estar cerca de él sin experimentar cierto grado de sanación. Entonces te preguntarás: ¿por qué no he recibido su curación?
No la has recibido porque no la has pedido. Todo el mundo recibe la energía sanadora de Dios de manera natural, lo estén buscando o no. Pero hay mucha más energía que es poderosa y disponible para aquellos que preguntan.
El primer paso para recibir este tipo de sanación es vivir de cerca con Dios. Los beneficios de hacerlo son infinitos. A medida que las personas se acercan más íntimamente con Dios, Él les revela su voluntad de forma más directa.
Dios te anima a pedir la sanación del alma para ti o para alguien que lo necesite. La curación puede ser instantánea o puede ser un proceso. Eso depende de Dios. Tu parte es confiar plenamente en la voluntad de Dios y agradecerle porque la sanación ha comenzado.
Oración para la sanación y liberación espiritual del alma
Con el poder y autoridad plena del Señor Jesús, pido que los ángeles desentierren y rompan todas las ataduras que han sido puestas sobre mi alma.
Restaura todas las piezas de mi mente, voluntad, emociones, apetito, intelecto, corazón y personalidad.
En el Nombre de Jesucristo, le ordeno a Satanás y a todos sus demonios que se alejen por completo de mi alma.
Te pido, Padre, que envíes a tus ángeles para que rompan y corten todos las cadenas y ataduras de cualquier tipo que el enemigo haya logrado poner en mi alma por palabra o acción.
Te pido que sueltes en mí y en mi familia los espíritus del Señor: Sabiduría, Consejo, Poder, Conocimiento, Poder, Amor, Mente Sana, Gracia, Paz y el Espíritu del Señor.
Gracias Padre. Amén.
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